Comenzaron las negociaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de lasย FARC. Crรญticas, expectativas y alianzas de cara a un proceso que se espera ponga fin a dรฉcadas de conflicto. Por Vera Cataรฑo – Especial para DEF
A fines de agosto, la cadena Telesur revelaba la existencia de un acuerdo de diรกlogo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Horas despuรฉs, el presidente Santos y el jefe de la guerrilla, Rodrigo Londoรฑo (alias Timochenko), lo confirmaban en apariciones separadas, y desde entonces las expectativas del pueblo colombiano y de toda la regiรณn estรกn puestas en un acercamiento que, de avanzar con รฉxito, podrรญa terminar con la guerrilla mรกs antigua de Amรฉrica Latina y con un conflicto armado que existe desde hace medio siglo y ha causado millones de vรญctimas entre muertos, heridos, secuestrados y desplazados.
โAPRENDER DE LOS ERRORES DEL PASADOโ
Las negociaciones directas entre las FARC y el gobierno de Santos comienzan formalmente este mes de octubre en Oslo y luego se trasladarรกn a La Habana. En ambas ciudades, tal vez tambiรฉn en otras, las partes implicadas abordarรกn cinco grandes temas: desarrollo rural y mayor acceso a la tierra, garantรญas para el ejercicio de oposiciรณn polรญtica y participaciรณn ciudadana, fin del conflicto armado, bรบsqueda de soluciรณn al problema del narcotrรกfico y derechos de las vรญctimas. Para Laura Gil, experta en relaciones internacionales y derechos humanos, el aspecto mรกs polรฉmico del diรกlogo son โlos mecanismos de justicia, verdad y reparaciรณn, porque la guerrilla siempre ha dicho que no aceptarรก pagar ni un dรญa de cรกrcelโ.
Cada delegaciรณn cuenta con un mรกximo de diez personas, de las cuales cinco son miembros plenipotenciarios, y en total hay un mรกximo de treinta representantes en cada delegaciรณn. El equipo del gobierno de Santos estรก dirigido por el exvicepresidente Humberto de la Calle, veterano polรญtico, incluye al exdirector de la Policรญa Nacional y a un excomandante de las fuerzas militares, entre otros.
La mayorรญa de los miembros elegidos por las FARC son ideรณlogos y polรญticos con experiencia en diรกlogos anteriores. El grupo guerrillero tomรณ ademรกs la iniciativa a la hora de incluir a una mujer en la mesa de negociaciรณn, cumpliendo asรญ con la Resoluciรณn 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que reafirma la importancia del papel de la mujer en la soluciรณn de los conflictos. Se trata de Sandra Ramรญrez, viuda del cofundador Manuel Marulanda.
Las negociaciones directas se producen luego de unas conversaciones exploratorias que comenzaron en febrero y que se han regido, detallรณ Santos, por la voluntad de terminar con el conflicto y โaprender de los errores del pasado para no repetirlos”. Dos premisas que tambiรฉn iban dirigidas al Ejรฉrcito de Liberaciรณn Nacional (ELN), la segunda guerrilla del paรญs, a la cual invitรณ a sumarse al diรกlogo. Sin embargo, el mandatario aclarรณ que las fuerzas de seguridad del Estado mantendrรกn sus operaciones y presencia militar โsobre cada centรญmetro del territorio nacionalโ. El mรกximo lรญder de las FARC, por su parte, afirmรณ en un video difundido por Internet que llegan a la mesa de diรกlogo โsin rencores ni arrogancias”.
Desde el comienzo de su mandato en 2010, el presidente colombiano manifestรณ su compromiso de alcanzar un acuerdo polรญtico de paz y ha ido preparando el terreno, por ejemplo fortaleciendo el marco jurรญdico con la aprobaciรณn de la Ley de Vรญctimas y de Restituciรณn de Tierras, que pretende reparar econรณmicamente a las vรญctimas del conflicto y devolver las tierras ocupadas por las FARC y los grupos paramilitares a sus dueรฑos originales.
Este es el cuarto intento por lograr el cese de hostilidades con la guerrilla desde la dรฉcada de los 80, cuando esta accediรณ al diรกlogo por primera vez. Las รบltimas conversaciones datan de hace diez aรฑos, cuando Andrรฉs Pastrana era presidente. Este mandatario llegรณ a retirar el Ejรฉrcito de una zona del sur del paรญs, pero el diรกlogo fracasรณ luego de una serie de ataques rebeldes y desde entonces las partes han estado en guerra.
PAรSES GARANTES Y ACOMPAรANTES
En el proceso actual, en cambio, hay dos diferencias claves respecto a los anteriores: en primer lugar, no se ha pactado la desmilitarizaciรณn de territorios ni tampoco un cese del fuego. Ademรกs, en esta ocasiรณn las conversaciones se llevan a cabo fuera de Colombia, principalmente en Noruega y Cuba. Ambos paรญses fueron designados como โgarantesโ de las negociaciones, mientras que Chile y Venezuela son los โacompaรฑantesโ.
Consultado sobre la elecciรณn de estos paรญses, el analista internacional Horacio Calderรณn explica que โel acuerdo incluye a Venezuela dada la estrecha relaciรณn entre el presidente Chรกvez y las FARC; y Chile fue elegido porque el primer mandatario Sebastiรกn Piรฑera brinda al gobierno colombiano las garantรญas suficientes, dado su perfil polรญtico insospechable de cualquier proximidad con ideologรญas de izquierdaโ.
Sobre Cuba, aรฑade que โes un aliado histรณrico de las FARC y confiable para los lรญderes actuales de la organizaciรณnโ. En lo que respecta a Noruega, โsu participaciรณn como garante se debe no solo a que es la sede de los premios Nobel, sino fundamentalmente a que ha albergado numerosas negociaciones, incluyendo las de Israel y la OLP y, en tiempos mรกs recientes, las relacionadas con Filipinasโ.ย
De los paรญses mediadores, el que mรกs polรฉmica ha desatado seguramente es Venezuela. Muchos interpretan que Hugo Chรกvez trata de mostrar su cara mรกs conciliadora para ganar votos en los prรณximos comicios del paรญs caribeรฑo, cuando optarรก a una reelecciรณn con la que en caso de vencer extenderรญa su mandato a veinte aรฑos. Segรบn Calderรณn, el deterioro de la salud de Chรกvez tambiรฉn habrรญa sido decisivo para impulsar el proceso en Colombia: โTal vez sin รฉl en el poder, por una derrota en las prรณximas elecciones, o por su fallecimiento, faltarรญa un acompaรฑante clave en el que pudieran confiar las FARCโ.
VOCES A FAVOR Y EN CONTRA
En el รกmbito internacional, la decisiรณn de Santos ha suscitado reacciones diversas, la mayorรญa favorables al diรกlogo como en el caso de la Argentina, Estados Unidos y Venezuela. Segรบn una encuesta publicada por la organizaciรณn Ipsos Napoleรณn Franco, el 77 por ciento de los colombianos tambiรฉn apoya las conversaciones de paz, aunque es significativo que la mayorรญa se opone a las concesiones necesarias para que tengan รฉxito. Sobre todo, a aquellas que tienen que ver con que los guerrilleros que estรกn encarcelados en el exterior sean liberados o que los lรญderes no paguen penas de cรกrcel, asรญ como que se les dรฉ la posibilidad de participar en polรญtica.
Uno de los mรกximos crรญticos es el exmandatario รlvaro Uribe, quien durante su mandato (2002-2010) lanzรณ una ofensiva militar contra la guerrilla con el apoyo de Estados Unidos y defiende una soluciรณn militar al conflicto. En declaraciones a la radio local Caracol, Uribe calificรณ de โmuy graveโ el proceso de paz con las FARC โsin cese de actividades criminalesโ y afirmรณ que es una โbofetada a la democraciaโ que se les permita a los guerrilleros formar parte de la oposiciรณn polรญtica.
Mรกs allรก de la iniciativa de diรกlogo en sรญ, muchos son escรฉpticos sobre los resultados que se puedan obtener. Ademรกs, existe el temor de que la guerrilla aproveche la situaciรณn para recuperar espacio polรญtico y militar tras la muerte de sus jefes Alfonso Cano y Jorge Briceรฑo, alias โMono Jojoyโ. De hecho, los enfrentamientos con las tropas del gobierno han continuado en los รบltimos tiempos y hay estudios que indican que los ataques de este grupo aumentaron un 10 por ciento entre 2010 y 2011.
โEn el mejor de los casos, las FARC quedarรญan desmembradas frente a un futuro acuerdo de paz que muy probablemente serรญa rechazado por parte de sus lรญderes y cuadros intermedios. ยฟQuรฉ sucederรญa con estos potenciales disidentes? Pues lo mismo que con muchos de los miembros de la desmovilizada โAutodefensa de Colombiaโ (AUC), que crearon las bandas criminales conocidas como BACRIMSโ, advierte Calderรณn.
EL RETO DE LA PAZ
El hecho de llegar a un acuerdo que permita resolver el conflicto armado dibujarรญa una nueva realidad para un paรญs atravesado por el dolor que dejan tantos aรฑos de guerra. Ademรกs, supondrรญa el fin de uno de los carteles de droga mรกs importantes del mundo, ya que las FARC se financian en parte gracias a la cadena de cultivo, manufactura, distribuciรณn y venta de ilรญcitos. Es evidente que este es uno de los factores que la guerrilla valorarรก a la hora de negociar: ยฟperder los ingresos que le supone el narcotrรกfico a cambio de quรฉ?
Uno de los reclamos histรณricos de la guerrilla es la distribuciรณn equitativa de las tierras, un tema sensible dado que, como explica Laura Gil, โlas FARC, aunque en menor medida que los paramilitares, se apoderaron de tierra ilegalmente (el รบltimo estudio menciona 300.000 hectรกreas)โ. Y aรฑade: โEl fin del conflicto podrรญa permitir devolverlas a los campesinos, pero si el Estado no formula y ejecuta una polรญtica agrรญcola, de poco servirรญaโ.
Sin duda, la paz generarรญa grandes beneficios econรณmicos para el paรญs. El ministro de Hacienda, Mauricio Cรกrdenas, cree que Colombia crecerรญa entre uno y dos puntos porcentuales mรกs cada aรฑo. De hecho, la revista Dinero seรฑala que la inversiรณn anual en materia de seguridad equivale al 3,5 por ciento del PIB o 14 por ciento del presupuesto nacional. A estos costos hay que sumarles las pรฉrdidas millonarias que dejan los atentados terroristas a la infraestructura vial, elรฉctrica, minera y petrolera. Tambiรฉn habrรญa que considerar los gastos de las empresas privadas en seguridad y las inversiones que cada aรฑo dejan de hacerse por el hecho de estar en guerra.
Como contrapartida, los sectores pรบblico y privado deberรญan asimilar la reinserciรณn a la vida civil de los cerca de 8000 militares que componen las FARC. Segรบn una encuesta publicada por Dinero, si bien la gran mayorรญa -cuatro de cada cinco- de los empresarios, es favorable a la iniciativa del proceso de paz, dos terceras partes de los encuestados no aceptan pagar mรกs impuestos para financiar las obligaciones derivadas de un eventual acuerdo y solo el 40 por ciento estarรญa dispuesto a contratar a exguerrilleros en sus empresas.
La paz puede estar hoy mรกs cerca que ayer, pero el camino estรก lleno de obstรกculos y es importante que la sociedad colombiana sea consciente del gran esfuerzo que supondrรก alcanzarla y, sobre todo, de que durante los primeros tiempos serรกn mayores los costos que los beneficios. Solamente asรญ se consolidarรก un escenario que favorezca una paz duradera y estable. Serรก, en cierta medida, el sacrificio de muchos por el bien del paรญs y de las generaciones venideras. Pero no nos precipitemos: primero hay que llegar a un acuerdo.