El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, reconoció que las actividades de espionaje del país fueron “demasiado lejos” en algunos casos y prometió que no volverá a suceder.
Reportes recientes de la prensa sobre el monitoreo de las llamadas telefónicas de la canciller alemana Angela Merkel y de otros aliados han encendido la ira en el exterior y en Washington. Los reportes están basados en los documentos filtrados por el excontratista de la NSA, Edward Snowden.
La Comisión de Inteligencia del Senado aprobó el jueves una legislación para mejorar el controlar de lo que las agencias de inteligencia pueden hacer con los registros de comunicaciones. Las nuevas normativas imponen un límite de cinco años para mantener esos registros.
Fuente: Voz de Américas